NÉSTOR MEZA VILLALOBOS

 

Néstor Meza Villalobos recibió reconocimiento a partir de 1980, al concedérsele el Premio Nacional de Historia, con el mérito de ser propuesto para obtener este galardón por la Facultad de Educación y Filosofía de la U. de Chile, dignidad  concedida por el Jurado de la época.

Sus familiares radicados en Linares (una de ellas es su sobrina Silvia Meza, Directora del Instituto Comercial), lo recuerdan como un “intelectual, dedicado al estudio, la enseñanza y la reflexión. Estuvo 40 años dedicados a la Universidad de Chile como Profesor e Investigador. Autor de varios libros referidos a la Historia de América y de Chile. Uno de ellos dedicado a la Conquista de América, que es lectura obligada en Universidades.”

La crisis de 1930 arruinó a su familia campesina y dada su inteligencia, espíritu de superación y disciplina, logró titularse como Profesor de Estado en el Pedagógico y dedicarse con pasión a la enseñanza y a la investigación histórica, hasta convertirse en un erudito.

 

¿Quién era?

Nació en la localidad de Retiro el 4 de junio de 1913. Hijo mayor del matrimonio de Juan Meza y Aurora Villalobos, sobreviven Olivia y Liliana, de ocho hermanos.

Estudió en la Escuela Pública de Retiro, en los Liceos de Chillán, Talca y Linares, continuando en la Facultad de Educación y Filosofía de la U. de Chile entre 1932 a 1936, titulándose como Profesor de Historia, en forma brillante, con la tesis: “Formas y motivos de las empresas españolas en América y Oceanía. Su esencia económico cultural”, obra publicada por la Academia Chilena  de la Historia.

Destacado alumno de Juan Gómez Millas y Ricardo Donoso, quienes lo recomendaron como Catedrático de la Universidad de Cuyo en Mendoza, en proceso de fundación, donde continuó con su labor de docente e investigación, a cuya planta se incorporó en 1943 hasta 1947.

Entre 1938 a 1943 dictó clases de Historia en el Liceo de Hombres de Linares. Para leer autores extranjeros llegó a dominar el italiano, alemán, inglés, francés y el portugués.

Contrajo matrimonio con la Profesora de Inglés Olga Lopehendía (fallecida en 1996), con dos hijos: Juan (69) Profesor de Historia, actualmente Artista Visual y Olga (71), Psicóloga, ambos radicados varios años en Estados Unidos y ahora con residencia en Santiago.

Falleció a los 80 años, un 10 de julio de 1993 en Santiago y siempre mantuvo vinculaciones con su tierra natal. En un sector poblacional de Linares, hay una modesta calle denominada “Néstor Meza”, que para el común de la gente que desconoce a esta personalidad, es un nombre que nada les dice. Debiera señalizarse como “Historiador Néstor Meza Villalobos”.

 

La Cátedra Universitaria

A su regreso a Chile, desde Argentina, en 1947 fue contratado por el Departamento de Historia del Pedagógico en la U. de Chile, cargo ganado por concurso, cuya trayectoria académica fue en ascenso, de Profesor Extraordinario en Historia de Chile(1951), a Profesor Investigador de Historia de América (1952), Profesor Ordinario de Historia de América (1955) y finalmente Profesor de Jornada Completa de Historia de América (1976). Se acogió a Jubilación en 1983; siendo recontratado por la U. de Chile, pero en 1984 renunció por problemas de salud.

Se especializó en Historia de Chile y de América y profundizó sobre los antecedentes de la Independencia, constituyéndose en un erudito. Investigó en los Archivos Nacionales de Chile, Colombia y de Indias, en Sevilla. A su vez viajó a diversos países de Europa, como Alemania, Italia y España para profundizar sus conocimientos sobre la Teoría de la Historiografía.

Rechazó  ofrecimientos para ocupar cargos directivos (Jefe del Departamento o Decano), pues ello limitaba la pasión de su vida, que era la Investigación Histórica y la docencia. 

 

Sus principales textos

Sus investigaciones y conocimientos los vació en textos, de permanente consulta en los niveles universitarios y por especialistas, siendo ellos: “Formas y motivos de las Empresas Españolas en América y Oceanía: su esencia económica cultural” (1937); “La formación de la fortuna mobiliaria y el ritmo de la Conquista” (1941); “Régimen Jurídico de la Conquista y de la Guerra de Arauco” (1946); “Política indígena en los orígenes de la sociedad chilena” (1951); “La actividad política del Reino de Chile entre 1806 a 1810” (1958); “La conciencia política chilena durante la monarquía” (1958); “Estudios sobre la Conquista de América” (1971) e “Historia de la política indígena del estado español en América: las Antillas, el distrito de la Audiencia de Santa Fe” (1975). La Revista de la Academia Chilena de la Historia publicaba sus trabajos, al igual que el diario “El Mercurio”.

Alguna de sus obras debieran encontrarse en la Biblioteca Pública de Linares, que testimonien su trayectoria y condición de hijo dilecto de esta provincia. Por su parte Retiro honrarlo como se merece, por ser su tierra natal y ser un ejemplo para las nuevas generaciones.

 

Como era

Sus familiares lo recuerdan como un intelectual, dedicado al estudio. Siempre supo lo que deseaba ser. Era analítico más que impulsivo y resolvía los problemas en forma realista y nunca se endeudaba. Era muy riguroso para sus estudios, leía libros, aprendía idiomas y era un investigador minucioso. Apreciado y respetado por sus alumnos y colegas, como persona y por su reconocida excelencia académica.

Cumplidor con sus obligaciones, que le producía alegría y se constituía en un ejemplo. Sus alumnos eran su principal preocupación. A los más destacados los invitaba a su casa a tomar onces los miércoles o los viernes, para intercambiar opiniones y conocimientos, en un ambiente distendido y fraternal.

Era de pocos amigos, pero muy fieles, tuvo a dos de ellos de por vida. Generoso en el trato con las personas, a quienes nunca atacaba, sino que impugnaba sus ideas, siendo muy respetado por ello. Trabajaba metódicamente y con disciplina, lo cual absorbía todas sus energías.

No le gustaban los viajes, salvo aquellos fuesen  por estrictas razones profesionales. Le agradaba la jardinería y escuchar música clásica. Veraneaba en Linares en la quinta de su madre, a la cual le profesaba gran cariño.

                  

Premios Nacionales

Rescatando a Néstor Meza Villalobos del olvido; destaco que la provincia de Linares tiene varios Premios Nacionales, como son, además de esta personalidad, están Pablo Neruda de Literatura y Nobel (Parral); Max Jara de Literatura (Yerbas Buenas), Eduardo Anguita Cuellar de Literatura y Margot Loyola de Música, (ambos de Linares). Es tan cierto eso que los “pueblos sin memoria no hacen historia”, por lo cual el recuerdo de ellos debe estar siempre vigente.

 

     Por Raúl Balboa Ibáñez