Las ciudades y pueblos manifiestan su idiosincrasia a través de diferentes formas, sea con su música, artesanía, creencias o lenguaje. Y también lo hacen a través de sitios públicos o privados en que los habitantes evidencian ciertas costumbres y que terminan convirtiéndose en una atracción o atractivo turístico, un lugar de interés que es  visita obligada de los viajeros, generalmente por su valor cultural, significancia histórica, belleza artificial o natural, originalidad, porque es raro o misterioso.