Max Jara

 

Poeta nacido en Yerbas Buenas, Provincia de Linares, el 21 de agosto de 1886. Cursa las preparatorias y gran parte de las humanidades en el Liceo de Hombres de Talca; en Santiago termina la enseñanza media y en 1901 ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, estudios que abondana al finalizar el tercer año.

 

Ejerce funciones de periodista en "El Diario Ilustrado" y desempeña actividades administrativas y docentes en la Escuela de Ingenieria de la Universidad de Chile, hasta su jubilación como subjefe del Departamento Administrativo de esa Casa de Estudios Superiores.

 

En 1956 obtiene el Premio Nacional de Literatura, hecho que causó sorpresa en el ambiente artístico, debido principalmente a que el poeta vivía alejado de los cenáculos literarios. Su producción es escasa pero de indudable calidad. Rehuye todo preciosismo y artificio verbal; prefiere, en cambio, la sencillez y el verso tradicional. Max Jara posee inspiración diáfana y visual, no exenta de sensualismo, con una actitud desengañada y triste ante la vida.

 

"Ojitos de pena" es sin duda su mejor poema,constituyendo un paradigma de la humanidad, que refleja la fugacidad del existir, en un círculo que va desde la infancia a la ancianidad.

 

Vivió sus últimos años de existencia en una parcela próxima a la capital, seguramente para estar más cerca de la naturaleza, inspiradora de sus poemas. Falleció el 23 de agosto de 1965. El Grupo Ancoa de Linares yy la Municipalidad de Yerbas Buenas han levantado un monolito a la memoria  del poeta, frente al Museo y Biblioteca de la Casa de Pareja. Desde el 24 de abril de 1991 sus restos descansan en Yerbas Buenas.

 

Obras poéticas:

“Juventud”, Santiago 1909

“Poesía”, Santiago 1914

“Asonantes tono menor”, Santiago 1922

“Juventud, poesía, asonantes, otros poemas”, Santiago 1934

“Poemas selectos”, Santiago 1942

 

Otras obras:

“Durante la Reconquista”,  (adaptación  teatral, en colaboración con Carlos Mondaca)

“La ahijada” (teatro, en colaboración con Carlos Mondaca)

“La ruina”, (teatro, en colaboración con Carlos Mondaca)

“Camino adelante”, (teatro, en colaboración con Eugenio Orrego Vicuña)

 

OJITOS DE PENA

Ojitos de pena
carita de luna,
lloraba la niña
sin causa ninguna.

La madre cantaba,
meciendo la cuna:
“No llore sin pena,
carita de luna”.

Ojitos de pena,
carita de luna,
la niña lloraba
amor sin fortuna

“¡Qué llanto de niña,
sin causa ninguna¡”,
pensaba la madre,
como ante la cuna:
“¡Qué sabe de pena,
carita de luna!”

Ojitos de pena,
carita de luna,
ya es madre la niña
que amó sin fortuna;
y al hijo consuela
meciendo la cuna:

“No llore, mi niño,
sin causa ninguna;
¿no ve que me apena,
carita de luna?”

Ojitos de pena,
carita de luna,
abuela es la niña
que lloró en la cuna.

Muriéndose, llora
su muerte importuna.
“¿Por qué llora, abuela,
sin causa ninguna?”

Llorando las propias,
¿Quién vio las ajenas?
Mas todas son penas,
carita de luna.


Fotogalería: Max Jara

/album/fotogaleria-max-jara/maxjara-jpg1/

—————