PRESIDENTE CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO

 

 

Nació en Linares el 3 de noviembre de 1877, en una casa de calle Independencia N° 77, hoy demolida por los daños del terremoto; cuya obra de Gobernante perdura en el tiempo.

Fue dos veces Presidente de la República e Hijo Ilustre de esta ciudad, siendo sus padres Francisco Ibáñez, agricultor (propietario del Fundo “San Francisco”, salida de Linares hacia Palmilla) y Nieves del Campo, dueña de casa, constituyendo una familia de clase media rural, donde “nunca faltó nada”.

Alumno de la Escuela de Hombres N° 1 y del Liceo de Hombres. Ingresó como Cadete a la Escuela Militar en 1896 al segundo curso (5° de Humanidades), egresando como Oficial de Caballería en 1898, a los 19 años, iniciando su carrera militar alcanzando el Generalato. Fue el líder de la Oficialidad joven (de 1920 a 1925), ejerciendo las más altas dignidades públicas a las que difícilmente puede aspirar un provinciano.

 

Con motivo de su natalicio, he extractado parte de un interesante Reportaje publicado en el Suplemento “Letras y Artes”, por el  diario “El Mercurio”, titulado “Recuerdos del Presidente Carlos Ibáñez del Campo”, cuyo autor es Crescente Donoso Letelier, quien lo posesiona como una de las principales autoridades nacionales del siglo XX, al ejercer la alta magistratura en dos ocasiones (1927 a 1931 y de 1952 a 1958), Senador por Santiago, Ministro de Estado; quien por su independencia política, don de mando y visión de Estado, como lo atestigua la larga lista de realizaciones impulsadas en sus dos Gobiernos.

 

Forjador de un Estado Moderno

Después 50 años de su fallecimiento (1960), el juicio de la historia le es favorable, pues las obras dejadas bajo sus gestiones, así lo amerita, independiente del plano político con detractores irreductibles. Renunció a la Presidencia y se exilió en Argentina en 1931, en una época afectada por convulsiones económicas, sociales y políticas, por la gran crisis mundial de 1929, además la del salitre en Chile.

 

Visualizó la estructura de un Estado Moderno, asignándole a éste un rol fundamental para el desarrollo del país,  creando instituciones, como la Contraloría, el Instituto de Seguros del Estado, la Superintendencia de Sociedades Anónimas, la Fuerza Aérea (FACH), la Línea Aérea Nacional (LAN), Carabineros de Chile, el Aeródromo de Cerrillos,  los Estatutos de la U. de Chile y el Administrativo para los EE. Públicos y el Magisterio; mejoró el Código del Trabajo, creó la Academia Diplomática con la organización del Servicio Exterior; firmó el Tratado de Límites con el Perú (1929) cediendo Tacna; el Banco del Estado, la Empresa de Comercio Agrícola (ECA); los Ministerios de la Vivienda y de Minería; impulsó la creación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la construcción de la Panamericana (hoy Ruta 5); la Sociedad Constructora de EE. Educacionales y de Establecimientos Hospitalarios; los Puertos Libres de Arica y Punta Arenas para desarrollar las zonas extremas; construcciones de Colegios, Hospitales y complejos habitacionales; programas de regadío y desarrollo agrícola; mejoramiento de la infraestructura urbana; las Plantas IANSA; modernización de las FF.AA.; ampliación de la escolaridad obligatoria de cuarto a sexto básico; derogó la Ley de Defensa de la Democracia, creó la Cédula Única Electoral, terminando con el cohecho. En cada provincia dejó su impronta de realizador.

        

 

Hijo Ilustre de Linares

Declarado “Hijo Ilustre” por la Municipalidad, bajo la Alcaldía de Ireneo Badilla Fuentes, por el desarrollo dado a su tierra natal.

 

Las obras más importantes impulsadas en su primera administración fueron: Terminación de las obras del Canal “El Melado” y los edificios para Carabineros y la Cárcel.

En el segundo período son la Planta IANSA, la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) y el primer Frigorífico (donde hoy está el Líder); creación del Instituto Politécnico con su edificio; el Hotel de Turismo; aprobó el Proyecto “Villa Presidente Ibáñez”, las Poblaciones de Carabineros y Sta. Bárbara para los Militares; el Conjunto Habitacional CORVI de calles O”Higgins, M. Rodríguez y Y. Buenas; los edificios del Hospital Base y del Cuerpo de Bomberos; el Pabellón para la Escuela Anexa del Liceo de Hombres (por calle Yumbel); la Escuela N° 35 (que lleva su nombre); dejó iniciadas las obras para el Correo y Liceo de Niñas; el Canal Putagán y el Puente Sifón para regar Melozal; se aprobó el Embalse Ancoa, obra inconclusa por razones técnicas (proyecto en ejecución); implementó el Aeródromo de San Antonio con una Base de la FACH aterrizando aviones de LAN, siendo la mejor época que tuvo este recinto, con un gran desarrollo de la Aviación Civil; mejoras al Estadio e implementó un amplio plan de construcciones de Escuelas en toda la provincia.

 

 

Su Familia

Cumpliendo una misión en El Salvador y antes de regresar a Chile en 1909, con el grado de Capitán, contrajo matrimonio con la distinguida dama de esa sociedad Rosa Quiroz Ávila, con quien tuvo a sus hijos Rosa y Carlos.

En 1927 ya como Presidente de la República, contrajo segundas nupcias, con la distinguida dama de la sociedad talquina Graciela Letelier Velasco, con quien tuvo cuatro hijos: Margarita, Ricardo, Nieves y Gloria.

A través de sus seis hijos dejó una numerosa descendencia, quienes se desempeñan en diversas profesiones y empresas; sin que ninguno haya incursionado en el mundo de la política, al menos hasta ahora conocido.

Falleció en Santiago, en abril de 1960, dos años después de haber dejado la primera magistratura, rodeado del afecto de familiares, amigos y numerosos simpatizantes. Sus restos descansan en el Cementerio General.

 

 

Perpetuidad de su memoria

En su honor existe una estatua en la Escuela de Carabineros, plantel que lleva su nombre; la región de la Patagonia se denomina del “Carlos Ibáñez del Campo”, al igual que el aeródromo de Punta Arenas y el Puerto de Arica, en cuyas ciudades se le añora con nostalgia, pues les abrió su desarrollo.

En Linares se designa con su nombre a una importante avenida (antigua Nacimiento); al Hospital, la Escuela N° 35 y existen monolitos en la Plaza de Armas y frente a Carabineros.

Una Ley de la República, firmada por el Presidente Eduardo Frei Montalva y su Ministro de Educación Máximo Pacheco Gómez, determina erigirle monumentos en su honor en Arica, Punta Arenas, Santiago y Linares; siendo un mandato incumplido.

¿Cuánto saben los linarenses sobre este “Hijo Ilustre”, que alcanzó las más altas dignidades? Esta Columna contribuye a este conocimiento, para que el manto del olvido no cubra su memoria.

 

 

Raúl Balboa Ibáñez 

                                          

  


Carlos Ibáñez del Campo.


Llegada de Ibáñez al poder y su primer gobierno

 

Carlos Ibáñez del Campo participó en los movimientos militares de 1924 y 1925, que significaron el fin del régimen pseudo-parlamentario en Chile. En el Golpe de Estado de 23 de enero de 1925 derroca la junta militar que había sacado del gobierno a Alessandri, esto permitió el regreso de Arturo Alessandri Palma desde su exilio. Alessandri lo nombra Ministro de Guerra para contar con su apoyo en su gobierno. En 1925 el nombre de Ibáñez comienza a tomar fuerza como posible candidato presidencial, por lo que Alessandri decide hacer un cambio de ministros que le permita destituir a Ibáñez; sin embargo éste decide no presentar la renuncia, argumentando que como líder de la revolución tiene un compromiso ético con esta y no puede renunciar; a la vez, al ver las intenciones de Alessandri hacía su persona, este termina indicando que, acorde a la Constitución de 1833, así como también a la de 1925, el Presidente de la República no podía comunicarse con nadie sin que contara con la firma y aprobación del Ministro del ramo del que el tema fuera señalando, y que como él era el único Ministro en ejercicio, indicó a Alessandri que debía pasar todos los comunicados de la presidencia antes por él, de otro modo, todo comunicado sin su firma fuera nulo. Debido a esto Arturo Alessandri Palma renuncia a su gobierno, pese a lo cual no depone su pre candidatura presidencial; sino que la condiciona a la dificultosa tarea, por parte de los partidos políticos, de posicionar un candidato único de consenso. Así surge la candidatura de Emiliano Figueroa Larraín, ante la cual Ibáñez levanta la candidatura de José Santos Salas, entonces Ministro de Higiene, para poder someter a los partidos políticos (representados en su candidato) al escrutinio popular.

 

Al ganar las elecciones Figueroa, él continúa ocupando simultáneamente los cargos de ministro del Interior y de Comandante en Jefe del Cuerpo de Carabineros, manteniendo así su carácter de hombre fuerte dentro del Estado, y por lo mismo, manteniéndose al ejercicio del poder. Durante este periodo ordenó una cruenta persecución a sus opositores, entre ellos el ex presidente de la república Arturo Alessandri Palma, quién debió partir al exilio. El presidente Emiliano Figueroa Larraín, carente del carácter para oponerse a Ibáñez, renuncia tras un episodio en el que este último le exigiese su renuncia al acusarlo de intervenir en el poder judicial para la designación de su hermano en la Corte Suprema de Justicia. Así Carlos Ibáñez del Campo triunfa en una elección en la que participa como candidato único, obteniendo el 98% de los votos; ascendió a la primera magistratura el 21 de julio de 1927, sin tener compromisos con los partidos políticos.

 

Gobernó cuatro años con un enfoque social y de desarrollo del estado por considerarlo un regenerador del país; lo dotó de un carácter fiscalizador de los otros poderes fortaleciendo la Contraloría General de la República  y a través de  la creación de:

 

Tesorería General de la República

Superintendencia de Seguros y Sociedades Anónimas.

Superintendencia de Salitre y Yodo

Dirección Nacional de Aprovisionamiento.

Caja de Crédito Minero.

Instituto de Crédito Industrial.

Fuerza Aérea de Chile.

Línea Aérea Nacional de Chile.

 

También se le quitó la dependencia del sistema educacional chileno existente hacía la Universidad de Chile, otorgándole la tutela del rol educador al Ministerio de Educación.

Además se hicieron profundas reorganizaciones ministeriales creándose algunos y modificándose otros;

 

 

Creación de Cuerpo de Carabineros de Chile.

Decreto Ley Nº 2.484 del 27 de abril de 1927 fusiona las policías fiscales, municipales, Cuerpo de Carabineros (el cual era un regimiento de caballería del Ejército de Chile, creado en 1908, y que estaba comandado al ministerio del interior como encargado de la seguridad rural y de ferrocarriles y del cual el propio Ibáñez se desempeñaba en 1927 como Comandante General), Sección Pesquisas de la Policía Fiscal (origen de la PDI), y otras instituciones policiales que dependían de la Dirección General de Policías, en una sola institución, Carabineros de Chile.

Esta nueva institución policial, de marcado carácter castrense y estricta disciplina, tomaría forma definitiva a través del Decreto Nº 352 del 23 de diciembre de 1927), organizándose en las secciones de Orden (Labor preventiva), Seguridad (Investigaciones) y Gabinete (antecesor del Servicio de Registro Civil e Identificación de Chile). Equiparó los sueldos de los efectivos de esta nueva institución al nivel del ejército, dotándolos también de fuero militar.

 

El 3 de junio de 1929 se firmó en Lima, el Tratado de Lima que ponía término a la disputa sobre Tacna y Arica, al ceder la primera al Perú y conservando la segunda para Chile. En este tratado participa como embajador de Chile en Perú el ex-presidente de la república Emiliano Figueroa Larraín.

 

Se estableció una división territorial de Chile de solo dieciséis provincias, suprimiéndose siete de las existentes.

 

La caída

La Gran Depresión de 1929 repercutió con gran fuerza en el país, desencadenando una vasta agitación social, que se tradujo en una fuerte inmigración de obreros desempleados del norte salitrero a Santiago, una carestía de los bienes básicos de consumo, una fuerte persecución a los estudiantes de la Universidad de Chile, quienes en agosto de 1930 habían refundado la Federación de Estudiantes. Como Ibáñez no contaba con apoyo político para las parlamentarias de 1930, llegó a un acuerdo con los partidos políticos para evitar la lucha electoral. Así, se decidió aplicar la norma de la Ley de Elecciones que establecía que, si el número de candidatos no sobrepasaba al número de representantes que debían elegirse, no había necesidad de efectuar la elección. De esta manera, los dirigentes políticos se reunieron en las Termas de Chillán y elaboraron las listas de candidatos, por lo que la elección, en la práctica, se hizo innecesaria, este fue el origen del llamado Congreso Termal. En el plano económico, los nocivos efectos que tuvo en Chile la misión Kemmerer al introducir el patrón oro al sistema monetario, y el contrato entre el gobierno y la familia Guggenheim en la creación de la Compañía de Salitres de Chile (COSACH), no hicieron más que agudizar los efectos de la crisis económica mundial en el país.

 

En julio de 1931, los estudiantes de la Universidad de Chile, dirigidos por el alumno de Derecho y poeta Julio Barrenechea, se tomaron la Casa Central de la Universidad de Chile. Mientras tanto, los estudiantes de la Universidad Católica, dirigidos por Bernardo Leighton y Eduardo Frei Montalva hicieron lo mismo. Los estudiantes contaban con un fuerte apoyo popular, y desde el aristocrático y exclusivo Club de la Unión les eran enviados los alimentos. La situación se agudizó más cuando el día 24 de julio cae muerto el estudiante de Medicina Jaime Pinto Riesco, lo que sumó a las protestas al Colegio Médico y al día siguiente, con la muerte del profesor Alberto Zañartu, se agregaba el Colegio de Profesores y varios otros gremios. Abandonado por sus ministros, que renunciaron a raíz de estos hechos de violencia y para evitar un enfrentamiento mayor, Ibáñez entregó el 26 de julio el mando del país en manos del presidente del Senado, Pedro Opazo Letelier, junto con solicitar un permiso al Congreso para salir de Chile durante un año. Tras delegar el mando, Ibáñez partió al exilio en Argentina. La Cámara de Diputados rechazó el permiso y destituyó a Ibáñez el día 27 de julio, acusándolo de abandono del territorio nacional sin autorización.

 

El regreso

 

 

Carlos Ibáñez del Campo en su campaña presidencial de 1952.

Tras volver del exilio en 1937, se presenta al año siguiente como candidato a la presidencia, apoyado por la Alianza Popular Libertadora (APL). Esta combinación estaba formada por elementos del Movimiento Nacional Socialista de Chile.

El 4 de septiembre de 1938, se realizó una concentración popular en apoyo a Ibáñez, con abundancia de discursos combativos. Al día siguiente estalló la sublevación de partidarios enfervorizados del incipiente partido Nacional Socialista en Santiago que terminó con la Matanza del Seguro Obrero ordenada por Arturo Alessandri Palma. Este hecho eliminó no solo el Nacional Socialismo en Chile si no que las posibilidades de Ibáñez, causando su renuncia a la candidatura. La Alianza Popular Libertadora finalmente apoyó a Pedro Aguirre Cerda.

En 1942, fue nuevamente candidato a Presidente, esta vez apoyado por la Derecha (Partido Liberal y Partido Conservador) pero esta vez Arturo Alessandri Palma le "quita" votos de un sector del partido liberal, en favor de Juan Antonio Ríos, quien finalmente gana.

En 1949, fue electo senador por Santiago, obteniendo la primera mayoría y convirtiéndose en un posible candidato para las presidenciales de 1952.

 

Segundo gobierno

 

Carlos Ibáñez del Campo durante su segundo período presidencial (1952-1958).

Ibáñez volvió a la presidencia en 1952 apoyado por el Partido Agrario Laborista (PAL), por el Partido Socialista Popular (PSP) y el Partido Femenino de Chile, liderado por María de la Cruz, quien le daría gran parte del electorado femenino, que por primera vez votaba en elecciones presidenciales. Con el símbolo de la escoba, que barrería la corrupción de los políticos y los partidos, y bajo el lema del General de la Esperanza, logró el 46,8% de los votos.

 

En marzo de 1953, se realizan elecciones parlamentarias, incrementando su participación los grupos ibañistas, aunque no suficiente para consolidar el gobierno, esto traería como consecuencia una disputa Presidente-Congreso, además de una rotativa ministerial nunca antes vista.

Por este motivo, su segundo gobierno no tendría la firmeza del primero. Gobernó tambaleantemente al no tener apoyo partidista exceptuando los grupúsculos ibañistas, que no tenían la entera confianza del Presidente.

 

Economía

En el ámbito económico continuó con el apoyo a la industria:

Impulsó la producción y la infraestructura de la ENAP y de la Compañía de Acero del Pacífico.

Creó la IANSA, siendo uno de los últimos presidentes en crear empresas para la CORFO.

Creó el Banco del Estado de Chile.

Modificó el estatuto del Banco Central de Chile

Creó el Ministerio de Minas denominado luego Ministerio de Minería de Chile.

Creó también el Departamento del Cobre con la intención de nacionalizarlo, lo que no resultó durante su gobierno, sin embargo hay que destacar que dicho departamento fue fundamental a la hora de la nacionalización en 1971.

Implementó la fijación de un Salario Mínimo Campesino.

 

 

Por el elevado gasto público, la inflación empeoró en el año 1955, por lo que debió llamar a la firma consultora económica Klein-Sacks, cuyas recomendaciones no agradaron a la población, ocasionándose en 1957 una huelga que terminaría con un veintenar de muertos.

Las medidas de la llamada Misión Klein-Saks fueron:

Reforma en el comercio exterior.

Supresión de subsidios.

Eliminación del reajuste automático de sueldos del sector público y parte del privado.

Modificación del Estatuto del Banco Central.

 

Estas medidas que afectaban los salarios, implicaban aumentar impuestos, algo inadmisible para un gobierno basado en el populismo, por lo que Ibáñez se negó a aceptar todas, logrando bajar la inflación a un 17%, sin embargo, esto era mucho menos de lo que se estipulaba.

 

Se aprobó la ley 11575 de 1954 del Ministerio de Hacienda, que fijó el IVA en un 3%,  iniciativa propuesta por el afamado economista Felipe Herrera.

 

Justicia

En este ámbito, durante 1957 Ibáñez impulsó varias reformas:

Ley Maldita: Durante 1958, el último año de su período, y a pesar de que el mismo Ibáñez la aplicó varias veces en su mandato, derogó la Ley de Defensa Permanente de la Democracia o Ley Maldita, que declaraba proscrito al Partido Comunista de Chile e impedía a sus militantes votar en las elecciones.

 

Reformó la Ley Electoral, que creó la Cédula Única Electoral

Estableció la obligatoriedad del voto e impuso sanciones y otras medidas para evitar prácticas fraudulentas, en especial el cohecho y el denominado acarreo, o transporte pagado de votantes desde un lugar de votación a otro.

 

Durante 1958 entró en vigencia la Ley de Puertos Libres, que regulaba el establecimiento de regímenes portuarios francos extensibles a almacenes, comercio y otras actividades en terrenos extraportuarios. La provincia de Arica fue la primera que se sometió a dicho sistema.

 

Obras públicas

Durante su gobierno impulsó la construcción de grandes obras de infraestructura, contribuyendo a un importante incremento del total del presupuesto público.

Inauguró para su ciudad natal, Linares, el Embalse de la Laguna del Maule y el Embalse Los Cipreses; impulsó planes de mejoramiento en Arica y en Punta Arenas, impulsó una política estatal de construcción de viviendas y de desarrollo y mejoramiento urbano a través de la CORVI, creada durante su mandato

 

 

 

 

 

 


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